MÚSICA PARA EL ALMA

sábado, 30 de noviembre de 2013

NO TE QUIERO PORQUE SÍ



NO TE QUIERO PORQUE SÍ

No te quiero porque sí,
y tampoco porque no.
Y podría dar mis vueltas
a una razón, pero no sé
cuánto tardaría
y no quiero perderme el mundo
que me espera
cuando pueda besarte.

No te preocupes.
No te quiero porque sí.
Eso es seguro.

viernes, 29 de noviembre de 2013

¿QUÉ MÁS QUIERES?



¿QUÉ MÁS QUIERES?

Ya te respiro el aliento,
ya fumo tu boca,
ya me asomo a tus ojos
como si fueran ventanas
a otros balcones más grandes
y azules que los que dan ahora
a la triste vista de mi calle
observada desde abajo
de tus pupilas.

Ya no duele tanto el tiempo.
Ya no soy tan viejo.
Ya te escribo la piel
en estos márgentes,
ya te siento conmigo,
ya tengo urgencia de mirarte,
y necesidad de quererte.

Ahora solo falta que tú
también me respires el aliento,
y en un beso sencillo
me preguntes:
¿qué mas quieres?

Y sigamos siendo
eternamente jóvenes,
amándonos.

jueves, 28 de noviembre de 2013

MEMORIES FROM MY CHILDHOOD (VERSIÓN LIBRE EN INGLÉS DE "A MI HERMANO")






MEMORIES FROM MY CHILDHOOD

I am now waking up from a very exhausting day and he is still here. Sleeping on his bed. I should just walk the distance between reality and memories. I am little bit far from home, but 3000 kilometers is not a so long distance to be covered. It does mean anything while thinking about him.

We are still so young. Just five or six years old. My parents are always taking care of us. In the meanwhile, we are both discovering with them how marvelous happiness would be while learning together how to ride a bicycle, wear our clothes or wait for the Three Wise Man and their camels to leave magically some toys on our couch. Our matresses are also wonderful. We may talk to them about our concerns and fears and they never say no. They are always available. We are both growing up at the same speed and I feel myself sometimes as if my brother was my own reflect on a mirror. Days, weeks and years are flying at home. Time goes by so fastly, but we do not care.

My brother have just asked me: where do you think we will live when we will get older? I am just having a few words coming to my mind at that time while almost having some tears rolling on my cheeks. We are already more than fifteen and we start to wonder ourselves what future will give us. I have no idea. But this is for sure: I am not gonna be far from you. Never far from you. I want you just to keep this promise in the years ahead: do not forget about me when we will not be so close to each other as we are now. Never forget about our souls.

I will never do it- I say. You are always be part of my life. My heart will be always with you. Do not worry about it my dear brother.

And he is still here while I am thinking about how busy is gonna be today at work. My memories are also waking up from a lethargy while having a careful look at a photo we are both smiling at each other in. This smile is melting my heart now as the snow is melted when summer starts to give its first rays of sun to the city. It is sunny and I want to survey it from my window. He is still here and I am looking into his eyes while crossing his soulful and gleeful heartbeats. I am not far from him. He has just got a girlfriend and he is smiling in the way we smiled at each other a few years ago. I am building a bridge to our memories and he may not know about it.

I am 3000 kilometers from home, and I am giving him a wonderful hug of happiness.

He may have no idea about it, but he is still here, on the other bed of the room.

My twin brother. He is still here.

TE HE QUERIDO

 
 
TE HE QUERIDO

Te he querido, muchas veces,
sin saber que te quería.

Y no entiendas mal.
No quiero decir con esto
que no quisiera siempre
asomar mis labios a tu boca,
y respirar tiernamente tu aliento
de aceituna y almendra fresca.

No. No quiero decir eso.
Solo quiero decir que no puedo
contarte solo como una historia,
porque eres mi historia.
 
Y, a veces, no sé
cómo confesártelo.
 
Supongo que bastara
con quererte ahora
como te he querido,
muchas veces,
sin saber que te quería.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

SOLEMNE PAYASO



SOLEMNE PAYASO

Permítanme, al menos, hoy
que me ponga una nariz roja,
engrandezca con tinta y plastilina,
y colorines mis labios,
sonría sin pedir demasiado permiso,
y la carcajada emerja sola
de mis ganas de reírme
como la escarcha en la helada
de una noche fría e invernal.


Se lo prometo.
No haré mucho ruido.
Me reiré lo justo,
y me columpiaré sin molestar
durante un momento
en mis risas.

Seré lo que ustedes quieran llamarlo.
Tal vez, un solemne payaso.

ÁNGELES EN AMBULANCIA



ÁNGELES EN AMBULANCIA

Los sueños se han vuelto
cobardes ante el tiempo
que parece matarlos.

Los ángeles van a los cuidados
intensivos en ambulancias
de desesperación y temores.

Y las horas están heridas
de demasiado cansancio y arrugas.

Entonces, busco en el baúl
olvidado de mis ganas
las ganas de abrazarte,
y seguir queriendo mejor
al mundo, aunque esta rutina
de lunas rotas parezca dejar
el instante como una mala secuela
de latidos exhaustos en el corazón.

Y agonicen ángeles, hadas, sueños,
y demás fantasías sin tu fantasía
o sin la tierna melancolía
de un poeta que ama sentarse
en los bancos de la belleza
a pintar de azul la gris ciudad.

Porque me curo del tiempo
que duele en el instante
en el que te amo.

Y los ángeles, entonces,
no necesitan ambulancias.

martes, 26 de noviembre de 2013

DAR VUELTAS A TU DESNUDEZ




Hay quienes dan vueltas al globo
para conocer mejor el planeta.
Hoy quisiera, por fin,
que me bastara con mis manos
dando vueltas a tu silueta
para saber mejor de mi mundo,
y el tuyo entre mis dedos
bordeando los ejes de tu belleza
como el grano de arena 
la espiral de una caracola.

Y, contradictoriamente
no saber qué decirte
cuando me penetren tus ojos
y me falten las palabras
que latirán aceleradas
en mi pecho como olas raudas
hacia la orilla.

Y, aun así, asomarme
cada vez mejor a tus pupilas
y descubrir un balcón
de mariposas en las mías,
mientras me tiemblan al mirarte,
quién sabe si desde el vientre
o el viento que habla
de volar siempre a tu paso.

Yo hoy quiero dar vueltas
al mundo sin perderme
demasiado de ti.

Déjame, en principio
girar en torno al centro
gravitatorio de mi ternura:
tu desnudez.

lunes, 25 de noviembre de 2013

HAN PASADO SIGLOS



HAN PASADO SIGLOS

Han pasado siglos
o, al menos, eso parece
desde que mis ojos
no se miran en los tuyos.

Y ya los espejos no me devuelven
parte de tus labios
o tu rostro sutil de ángel.

Todavía hace calor.
Sigo abrazándote.
Sigues abrasándome.

Y pese a los siglos
en los que parezco
echar casi nada de menos
en la ciudad, menos tus pasos,
mi recuerdo todavía es joven.

Y no se olvida de amarte,
pese a que mis ojos
no se miran en los tuyos
desde hace siglos de nostalgia.

domingo, 24 de noviembre de 2013

ESTÁ SOLO



ESTÁ SOLO

Está solo. Rodeado de palabras, versos, belleza y toda su vida en cuadros y marcos. Pero, al fin y al cabo, solo. Hundido en un pozo de amargura. Se pregunta cuándo la soledad dejará de ser una carga tan pesada y si tendrá que seguir pagando un peaje de tristeza y nostalgia cada vez que desembarque en su mente como una fuerte lluvia procedente del diluvio. Está solo. Y le pesa. Le pesa mucho. Tanto que las lágrimas que le brotan a borbotones desde el alma sin aguar la pupila caen al suelo y crepitan como el fuego. Sin embargo, en su interior, piensa que dentro ese vacío puede quedar algo. La soledad, entonces, se le torna un poso dulce de asueto y descanso. Está solo, pero sus palabras ahora sí lo acompañan mejor.

HOY SALDRÉ AFUERA



HOY SALDRÉ AFUERA

Hoy saldré afuera.
Y no como salen quienes
cierran las puertas tras de sí,
y en un portazo dejan atrás
las lágrimas y la soledad
que acechan como el diluvio
en esta tarde gris.

Hoy saldré afuera.
Por ejemplo, empezaré
por mirarte los ojos.

Hasta llegar al sol
que falta ahora.

Saldré afuera, muy afuera.
Hasta ti misma, por ejemplo.


viernes, 22 de noviembre de 2013

COMPETITIVIDAD ¿HUMANA? (TERCER DISCURSO HUMANO)



COMPETITIVIDAD ¿HUMANA?


Tenemos que ser "competitivos". Escucho, leo, incluso llego a palpar esa expresión todos los días en muchas miradas perdidas de cuantas pueblan este mundo. Economistas serviles, magnates, altos burgueses y demás personajes pertenecientes al Olimpo social parecen no querer cejar en su empeño de crear un mundo de gladiadores proletarios, expertos del despilfarro y perfectos atletas acríticos de la carrera hacia la esclavitud y la indignidad en la que nos estamos adentrando. Todo por ser competitivos. Lo malo es que me temo que, en una carrera a cien metros, me sería imposible poder plantarle clara a ese Carl Lewis raudo y sin destino en el que se ha convertido la economía del planeta.

Lo repito. Tenemos que ser competitivos. Todavía me pregunto en qué puesto parto en esa competición. Eso sí, parece que debo participar en ella aunque no se me den bien las carreras cortas hacia ninguna parte. Yo soy más de carreras de fondo como la vida, y eso es algo deletéreo y pernicioso en estos tiempos que corren. Poco tiempo para el respiro y el pensamiento propio. La reflexión sobre lo que se cuenta y la posible crítica posterior no merecen la pena. Tornarían la competición en una caminata eterna de tortugas. Debemos ser competitivos. Debemos ganar esa carrera a la que todos llaman progreso, un avance imposible de ver en las emociones congeladas de las oficinas y los rostros atribulados. Yo procuro que mi corazón siga latiendo a ochenta pulsaciones humanas por minuto y no a las cien tecnológicas y artificiales que me imponen estas prisas absurdas por estar siempre a la última o ser el primero en todo. Me apetece copar el primer lugar en mis propias decisiones y desempeñar el cargo de general en mis propias batallas internas. ¿Y tú?

Y sí. Han leído bien: "ser general en mis propias batallas internas". ¿Y tú? Que nadie se equivoque si piensa que es totalmente libre cuando se impone correr a toda prisa para ganar la carrera por la que otros han apostado sin nuestro consentimiento fundado y razonado. Cuando alguien piensa en jubilarse pronto al ganarse un boleto a la felicidad con la lotería, es que algo no va bien. Cuando lo único que se escucha es que "esto es lo que hay" y nadie se cuestiona por qué falta el aliento al llegar el día y pasar de la oficina a la cama sin más opción de lunes a viernes (con suerte), y luego el domingo se vuelve a formular ese pensamiento de "ya vuelve a ser lunes", es que algo no va bien. Corremos, parecemos correr mucho. Cada vez más. Cada vez más, supongo, somos muy competitivos y leales a los mercados donde no huele a frutas y pescado precisamente. Y solo puedo decirme en mi interior en dónde queda la humanidad con tanta carrera.

Era mejor soñar sin pararse a pensar si se debía dormir o no. Mirar al vacío y no observarlo como si no hubiese nada. Creer que en esa nada podría haber algo nuevo, y no el abismo sin final que se pretende inculcar. Yo, mientras escribo esto, dejaré que Carl Lewis llegue a la extenuación extrema y procuraré vivir con algo más de calma. Así no estaré tan fatigado para afrontar lo que se avecina, supongo. Hoy tomo la decisión de no correr mucho. Si no soy competitivo, poco importa.

EN UN DESPISTE



EN UN DESPISTE

No sé si todavía lo recuerdas.
Pero parece como si nos hubiésemos
visto en un lindo despiste
en el que todo alrededor
andaba despistado.

La emoción no era una isla
deshabitada sobre el asfalto
continental, y los telediarios
aquellos días no ofrecían iglús
de soledad, terror y ansias de partir
hacia otro lugar con otras noticias
frescas de besos como las líneas
inefables de tu boca esperándome.

En un despiste en el que el diluvio
andaba algo distraído
y traía piñatas, juegos y consolas
como en aquellos días
en los que las palomas
sobrevolaban los pupitres,
los niños se sentaban
sin frío en el invierno
y la nieve,
y para soñar solo hacían falta
ganas de imaginar.

En un despiste te cruzaste
en el camino como ola
en la corriente, y todavía sigo
despistado, supongo, amándote
desde estas líneas.

Dulcemente despistado.

jueves, 21 de noviembre de 2013

HEMOS DE QUERERNOS



HEMOS DE QUERERNOS

Hemos de querernos.
Tú, yo, ellos, nosotros.
La raíz y el árbol.
La nube y el cielo que parece
anidarla en su lecho añil.

Hemos de querernos
como la palabra que se impregna
de poesía en la metáfora,
y la idea de quererte
que se asoma a los labios
cuando quiero que los caliente
tiernamente un beso
como el pan el horno.

Hemos de querernos
tú, yo, el poeta que sigue
jugando a las cometas
de mármol desde el banco
de esa plaza que veo,
y el sastre que sin saberlo,
a veces, también hilvana
algún viaje hacia sus sueños.

Hemos de querernos.
Hemos de querernos todos
para algo.

Empecemos a hacerlo
tal vez para vivir.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

GANARSE LA VIDA Y TU ORILLA



GANARSE LA VIDA Y TU ORILLA

Yo quisiera que lo único
que pudiera ganarse ahora
fuera, tal vez, un premio,
una carrera, un partido, dinero
o mucho mejor,
ganar un puerto en un viaje
pelágico o transocéanico
a la claridad azabache de tus ojos.

Ganarme también tus labios
cuando mi boca quiera
alcanzar a tientas tus ganas,
sin tener que ganarme 
la vida en los bolsillos,
el trabajo o la desquerencia.

Ganar otras voces sin tener
que pagar entradas para piano
o adquirir compases de paz
en los pentagramas de asfalto
sin un re en los balcones,
y llegar a poner ese acorde
que falta en toda la música
cuando no me dices
que me quieres todavía.

Quisiera, antes que ganarme la vida,
vivir la vida simplemente
y si se puede también
ganar tu orilla esta noche.

martes, 19 de noviembre de 2013

SIENTO LA BELLEZA MÁS LIBRE



SIENTO LA BELLEZA MÁS LIBRE

Siento que la belleza
es más libre ahora
que la encierran tus ojos,
y no despliega demasiado
desde el Rimmel de las propagandas
o la sonrisa pintada del Photoshop.

La lanzas hasta mis pupilas
desde tu piel de mármol,
frío y a la vez caluroso
como el agua del río que reposa
en las orillas al terminar
su carrera al mar.

La belleza es más libre
desde que no la entierran
bajo el asfalto las siluetas
grises de las aceras,
y caminan mis anhelos contigo
como gaviotas blancas
las nubes allá arriba.

Y desde que tú, tal vez,
me quisiste dar un beso.

Tierno, bello, libre. Tuyo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

VOLVEREMOS



VOLVEREMOS

Volveremos. No sé cómo.
Si a través de un puente
de besos que me lleven
a tu boca o atravesando
el mar invisible de un poema

Quizás me asome a tus labios
desde las copas frías de un bar,
mientras te espero en la barra.

O tal vez me aguarden
palomas de azar al vuelo
sobre una metáfora que siempre
va acorde con tu contorno
de abismos y ausencia.

Volveremos. No sé cómo.
Pero volveremos a ser amor.

domingo, 17 de noviembre de 2013

HOY PUEDO DECIR QUE LLUEVE



Hoy puedo decir que llueve
tiernamente, mientras llora
en mi balcón de ausencias
la nostalgia de quererte conmigo.

Y es muy dulce sentir
cómo acaricia el agua
la ventana, mientras la emoción
sonríe transparente
ante el asfalto inevitable.

Hoy llueven lágrimas
de ternura que recorren
la mejilla y no creas
que te olvido.

La lluvia hoy te anuncia,
y dicen que llueve
tiernamente, recordándote.

sábado, 16 de noviembre de 2013

NO SÉ DÓNDE ESTAMOS



NO SÉ DÓNDE ESTAMOS

No sé dónde estamos.
Ahora mismo se torna complicado
desnudarte la ausencia
y distancia que llevas contigo.

No sé dónde estamos.
Y tampoco sé si asomarse
tímidamente a la belleza
con estos ojos de amiento,
ebriedad de fantasía
y ternura de asfalto 
y tardes vacías
me sirve para estar
en la nación de tu cariño.

No sé dónde estamos.
Pero sé que ahora mismo
te estoy queriendo también
contigo.

jueves, 14 de noviembre de 2013

LAS HORAS MÁS ANCHAS



LAS HORAS MÁS ANCHAS

Hoy pasa el tiempo
distintamente.

El hielo acampa
tiernamente en las aceras.

Tiene lugar otra boda
de estaciones. En este caso,
el invierno sella su compromiso
de frío y recuerdos navideños
con la ciudad de perpetuos socorros,
desmanes y sueños cansados.

Y me pregunto por qué
las horas parecen más anchas,
aun cuando las hojas
siguen desmoronándose 
de las copas de los árboles
como castillos tiernos de naipes
y mis besos van todos aún
a desembocar a tu boca de aire,
metáforas y fantasía:
el mar no queda lejos
supongo cuando se trata
de cruzarte la memoria.

Y el tiempo
ya no es tan tiempo
amándote, aun sin amarte.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

TENGO GANAS



TENGO GANAS

Tengo ganas,
ansias, deseos ardientes de ti.

Y desazón, y atropello
de lujuria y mucha urgencia
de comerme el mundo, tal vez,
simplemente mordiéndote los labios.

Y que me digas:
quiero que sigas
teniéndome ganas.

martes, 12 de noviembre de 2013

IR MUY LEJOS



NO HACE FALTA IR MUY LEJOS

Algunas veces, busco el cielo
efímero de un vaso de tinto,
una cerveza y tu olvido.

Y otras me alejo un poco,
más o menos a una metáfora
de distancia pensando
que, quizás, tus besos
me aguardarán en las perchas
que cuelgan del armario
como las nubes parecen pender
del Sol y el firmamento.

Y los papeles se llenarán
de tus labios con los márgenes
carmín anclados en mi boca.

Me imagino también
que solo necesitaré 
que me lleves a tu lengua
para recorrer de esquina
a esquina esta ternura sola 
ahora que quiere desencadenar
una tormenta de ganas en tu deseo.

Y que las semanas contigo
solo tendrán lunes al abrigo
del cariño y los arrumacos.

Sin dirección de domingos
melancólicos ni días tristes.

No hace falta ir muy lejos,
cuando está cerca tu boca
para darme lo que ahora quiero:
acercarme a lo que piensas.

En fin, a lo que estoy seguro
de que quiere decirme tu boca:
un beso.

lunes, 11 de noviembre de 2013

PEDIRTE QUE VENGAS



PEDIRTE QUE VENGAS

Se me ocurren ahora
cosas hermosas que decirte.

Pero deja que te confiese algo:
la mejor de todas es pedirte
que vengas hasta mis labios
con tus besos puestos
en la boca y la sencillez
de tu desnudez en tu belleza
como pide la tierra en sequía
a la lluvia que baile
dulcemente en la tierra
cuando se precipita el agua
de un lágrima del cielo.

Pedirte que vengas.
Lo más bonito que, quizás,
pueda escribirte ahora.

domingo, 10 de noviembre de 2013

CARTA A LA SEÑORA MENTIRA (SEGUNDO DISCURSO HUMANO)



CARTA A LA SEÑORA MENTIRA

Querida Sra. Mentira:

Sé que no le gusta mucho la verdad. Le encanta, de hecho, que lo cierto sea irreal y lo incierto se torne en la verdad. Además, me han contado que le apasiona disfrazar los ruidos, guerras, balas sangrantes y maldades de cantos de sirena o náyade. Habla también de futuro, mientras destruye sutilmente lo que existe ahora. Usted convierte los bancos convencionales en los que pueden sentarse los sueños en entidades lucrativas, sin ánimo de emoción o humanidad, donde solo son rentables el miedo a ser libres y las billeteras llenas de divisas, muchas veces sin más forma que el papel de acciones sin verbo en bolsas no de plástico.

Se pasea ya por el mundo a sus anchas. La Justicia, asimismo, la ampara como si ya no quedara más verdad que no respetar ni la verdad de uno mismo y seguir creyendo en los oasis y espejismos de belleza que nos brinda subrepticiamente. Lo peor, creo, es que esos escaparates no cierran ni en domingo ni los días festivos. Habita con nosotros las veinticuatro horas o las más de treinta, quizás, desde su punto de vista de las prisas y el tiempo que ensanchar, porque falta a veces supongo, aunque siga pasando. 

Se viste de mujer frágil con guadaña de aguacero tras el buen tiempo en ristre. Nadie parece percibirla, pero por ahí anda usted siempre pululando. A veces, pienso que hasta las calles que transito no son calles sino caminos hacia quién sabe qué horizonte de humo y cansancio. Y me pregunto si usted me estará escuchando, leyendo o solo estará fingiendo como bien sabe hacerlo. Al fin y al cabo, sigue siendo mentira.

No voy a extenderme mucho más. La dejo con su verdad a medias, Sra. Mentira. Porque igual también yo estoy mintiendo ahora mismo.

Atentamente

Un ciudadano despierto del mundo

sábado, 9 de noviembre de 2013

TU MÚSICA



TU MÚSICA

Ayer decía entusiasmado:
"aquel que escucha
sabe siempre dónde está
la música de vivir".

Y debo confesarte
que, aun a sabiendas
de que es difícil hallar tu voz
entre tanto silencio,
escombros de cuyas ruinas
no va a salvarme una metáfora
y ausencia.

Aun así y todo,
y los coches que me asfixian,
y la ciudad que me ahoga,
a veces, sin cuerda ni dogal,
escucho la vida.

Mejor todavía si es
desde tu voz
diciéndome
que me quieres.

Toda la música que quiero.
En este caso, la tuya.

viernes, 8 de noviembre de 2013

DEJA QUE ME ASOME



DEJA QUE ME ASOME

Deja que me asome, por favor,
a otro balcón diferente
por donde no discurran
más historias viejas
y más besos de papeles
solitarios y tristes.

Deja que me asome, por favor,
esta noche a tus pupilas
aunque sepa a ciencia cierta
que cuando te observe
las tendrás ya cerradas.

Tengo la certeza 
de que la poesía, una vez más,
me ayudará a mirarte mejor.

Mientras me asomo
a pensarte de veras.

Deja que me asome..

jueves, 7 de noviembre de 2013

NO ESTOY SOÑANDO



NO ESTOY SOÑANDO

No estoy soñando, no.
Y me pregunto por qué
Adán y Eva se han ido
ahora mismo hasta nuestra puerta
a dejar la Biblia y la metáfora.

A comer en nuestro cuerpo
de manzana y sueño,
y aliento mojado de ganas
lo que ahora no estoy
precisamente soñando:
que te tengo amada.

AQUELLOS AÑOS



AQUELLOS AÑOS

Aquellos años eran distintos.
No mataban tanto,
ni daban tanto miedo como ahora
asomarse a la delicia
o al abismo.

El mar solo contaba
con la profundidad de un sueño,
y no importaba que sobre el agua
las zapatillas no sirvieran
para andar.

El Sol no quemaba tanto.
Su piel de luz, entonces,
era de melocotón, rotuladores
y tierna plastina deshaciendo
dulcemente paraísos en las manos.

Y era posible navegar
por la fábula sin encallar
demasiado en la tristeza
o naufragar en la soledad.

Tan malo es ahora o lo parece
estar solo con uno mismo.

Aquellos años eran distintos.

Ahora los patios de puertas
de caramelo y sirenas de Beethoven
y Elisa han dado paso
a otras cosas más mundanas.

Las hadas se mudaron a otros cuentos
Cuando ya me quise dar la vuelta
ante los años, ya no estaban.

Y a ciegas dejó de ser dulce
aquella piñata cuyo aniversario
transcurre ahora más bien con alevosía
y silencio hacia un final
del que tengo la certeza.

Aquellos años eran distintos.
Supongo que soñar no costaba tanto,
cuando la inocencia me miraba,
y solo pesaba, tal vez, la maleta
con los libros y los lápices.

Y solo me digo ahora:
era tan hermoso atravesar el mar
sin tener que mirar el agua..

miércoles, 6 de noviembre de 2013

ERA DIFÍCIL



ERA DIFÍCIL

Era difícil. Eso decían.
Era difícil que me mudara
a tu tacto desde la promesa
de tocar de un poema sin más.

Y dejaras así de pesar
como una noticia de tristeza
y lágrimas de cuyas líneas
saladas solo saben mis mejillas,
de cuando en cuando, a solas.

Era difícil quererte
desde tan lejos. Yo lo sabía,
como también sabía mi piel
que quería habitar la tuya
sin jugar mucho más a las cartas
de soledad y frío de un verso
boca arriba, boca abajo.

Tan difícil como un sueño
o más incluso sin la mirada
ya de un niño que atraviesa
el mar sin mirar al agua.

Era difícil amarte.
Y sin embargo, ahí estuviste
aquellos días sin decirme adiós.

Como la lluvia que ahora
se asoma a la ventana sutil
y transparente,
mientras pienso que solo era
difícil quererte.

Y entonces nos amamos.

martes, 5 de noviembre de 2013

ESTUVIMOS LOCOS



ESTUVIMOS LOCOS

Estuvimos locos, sí.
Supongo que soñamos
tanto y con tantos ojos
abiertos
que todavía me está quemando
la forma en que me mira
tu nostalgia, desde la pupila
nunca cerrada del recuerdo.

Estuvimos locos.
Enamoradamente locos
aquellos días supongo
en que soñamos tanto y tanto
con que nos amábamos.

Estuvimos locos.
Enamoradamente locos.

lunes, 4 de noviembre de 2013

DAME TU PAZ AMOR




DAME TU PAZ

Dame tu paz,
pero no vengas sola sin guerra. 
Sé que se mueven en ti 
como soldados silenciosos
tus miedos e indecisiones.


Pese a todo, dame tu paz.

Ya nuestras miradas

verán cómo.

Y no tengas miedo
a la no ausencia de golpes.
Para llegar a estar sereno
también hay que afrontar
momentos de desasosiego.

Yo, mientras, esperaré
a ponerme nervioso
porque devuelvas a mi boca
tus labios, y Orión cace contigo
otra presa de ternura,
y el mito de tu belleza.

No me preocupa
que hoy te dé golpes
el corazón, y te tiemblen
los ojitos como cimbrean
los alambres ante la brisa
más suave y pasajera.

Tampoco que no seas perfecta,
mientras tus manos vuelvan
a darle tu tacto a mis dedos,
y paz a este abrazo frío
de soledad y nostalgia.

Ven contigo. Y dame tu paz
pero no hace falta que vengas
sola sin guerra.

No me inquietan tus miedos
y tampoco tus indecisiones,
mientras atraviese tus pupilas
y sea entonces el final
y el principio de nuestra calma.

domingo, 3 de noviembre de 2013

PRIMER DISCURSO HUMANO (NUESTRA MAGIA)



NUESTRA MAGIA

Siempre se nos dice, desde que somos pequeños, que la magia hay que buscarla en las fábulas, los sueños, los cuentos de hadas, las manos de un mago o el fondo de una chistera de cuyo océano de ilusiones de cuando en cuando emerge un conejo, una sonrisa o una fantasía. En otras ocasiones, también  encontrarla en escaparse de una camisa de fuerza. Y es cierto que también se habla, a veces, de esa magia o encanto que portan algunos seres de cuyo recuerdo no podemos desprendernos, cuando olvidarlos podría formar parte de nuestra propia muerte paulatina. 

Sin embargo, pocos hablan de que todos somos magos por naturaleza. Si bien puede que no seamos muy diestros en el arte de ocultar e impresionar a una audiencia haciendo salir cosas inverosímiles de ninguna parte o escabulléndonos de una parca casi inexorable, llevamos algo único dentro de nosotros. Esa pequeña, ínfima flama que arde en los ojos de quien quiere sentirla como algo bastante más dulce que un fuego provocado. Como alguien que quiere sentir un incendio de ternura o emoción el pecho en el que ardan solo la piel, los poros y los mapas de las ganas de dos amantes que quieren abrazarse, y abrasarse también si es posible. Esa energía o esa luz ante la que algunos prefieren ponerse gafas de sol, quien sabe para protegerse de qué exactamente.

Así es nuestra magia. Nuestra magia de querer ser humanos sin que nos vendan chisteras o hacernos creer que Copperfield es el único dotado con ese don. Tenemos magia. Portamos luz. Esa chispa de la que hablaba Galeano, que no sabe de incendios terribles, sino más bien de pequeñas hogueras dulces y maravillosas en las que solo se calcinan sin destruir nada dulcemente la emoción, la piel, las manos, los abrazos, las caricias y, otras veces, incluso el miedo de desnudarnos. Porque somos mágicamente humanos, aun sin chistera.